Uno de los géneros más difundido de la música venezolana es el Joropo.
Joropo es un término multívoco-polisémico. Para los cultores de las zonas rurales, la palabra designa más a la fiesta o evento bailable, que a la música o la coreografía propiamente dichas. Para designar estos elementos utilizan términos mucho más específicos, como corrido, pasaje, golpe o revuelta en el caso de la música, y valsiao, zapateao o escobillao para el caso de la danza. No obstante, el coplero Vidal Colmenares, cultor del joropo veguero, afirma con base a testimonios orales familiares que datan del siglo XIX, que en los llanos de Barinas, Apure y Portuguesa no se utiliza la palabra joropo para denominar la fiesta: simplemente se le dice "parranda". Colmenares cree que la connotación viene más bien de Caracas y se ha impuesto en el léxico venezolano con esa acepción que no es propia del llano. No obstante, en las zonas urbanas, el vocablo joropo se utiliza en general para designar una música vivaz con arpa, cuatro y maracas como base instrumental, sin mayor referencia al baile.
Las primeras noticias que se tienen del joropo datan de 1749, cuando el 10 de abril de ese año, el Gobernador de la Capitanía General de Venezuela, Don Luis Francisco de Castellanos, prohíbe el baile del xoropo escobillado2 Se pueden hacer descripciones con diversos significados históricos, presentes y en diferentes lugares de lo que se entiende por joropo. En los llanos venezolanos son sus sinónimos parrando y cantina. Es importante insistir en la diversidad del género para romper con el paradigma de que el joropo se refiere solo su variante llanera.
No es seguro que la música del joropo provenga del valse, con el cual comparte su carácter ternario y su coreografía de parejas enlazadas, como muchos autores afirman sin basamento histórico. Es mucho más seguro que provenga de los giros y acompañamientos españoles típicos de la música medieval y renacentista de influencia mora venidas con la colonización, en los cuales destaca la utilización de la síncopa y los ritmos hemiolados o sesquiálteros en 3/4-6/8
Según el musicólogo e investigador de la música venezolana y caribeña Rafael Salazar, “grandes estudiosos de la musicología, como Alejo Carpentier, consideran que el fandango es una danza fecundatoria negro-africana, proveniente de la Guinea, que llegó a las Antillas a partir de la dispersión de los esclavos traídos por la fuerza a América para las rudas tareas de la agricultura y la minería”.
El fandango tomó fuerza en la península ibérica gracias a los viajes de los conquistadores, quienes lo llevaron de un lado a otro con sus variantes y fusiones afroamericanas y campesinas.
En el año 1640 el Consejo de Castilla prohibió el fandango y otras danzas calificándolas de “indianas amulatadas”. El joropo encierra en el fandango su origen afroamericano con pequeños aportes indígenas. Los primeros fandangos llegaron a Caracas a principios del siglo XVII, se tocaban en las veladas de los grandes cacaos en las haciendas capitalinas y fueron ejecutados con instrumentos como la bandurria, el instrumento, el clavecín y la bandola.
El 10 de abril de 1749 el Real Consulado de Catacas español con apoyo de la Iglesia Católica sancionó este tipo de danza porque, en su opinión, generaba lazo de sexo por los contactos de las manos y los extremosos movimientos propios del baile. Se estableció dos años de cárcel para los ejecutores y dos meses para los mirones. Con el tiempo, el joropo se convirtió en un ritmo popular y en cada área cultural el pueblo le incorporó sus propias figuras.
“El joropo al haber sido asimilado por el pueblo, puede considerarse un sentimiento nacional, que posee tantas variantes musicales y dancísticas según las condiciones culturales de cada región del país”, indica Salazar.
El baile que identifica al llanero es el joropo, con el cual manifiesta su altivez, gallardía, machismo y algunas actividades de su medio ambiente natural.
Formas o variantes regionales:
- Manifestación musical de los estados Apure, Barinas, Cojedes, Guárico, Portuguesa, así como de Anzoátegui y Monagas.
Este tipo de joropo ha sido el más difundido y exitoso comercialmente. Es interpretado con arpa, cuatro, maracas y bandola llanera de cuatro cuerdas. El Joropo llanero puede ser dividido en pasaje y golpe. Mientras el pasaje es un género más lírico, el golpe es un género mucho más recio y rápido. Mientras el golpe usa temas heroicos y patrióticos, el pasaje le canta al amor y al paisaje llanero.
Entre los ejemplos de golpes llaneros se pueden citar: Pajarillo, Quirpa,Carnaval, Seis por derecho, Quitapesares, Guacharaca, entre otros. Algunos pasajes famosos son Fiesta en Elorza, Caballo viejo, Traigo polvo del camino,Romance en la lejanía, Apure en un viaje, entre otros.
- Joropo característico de los estados de Aragua y Miranda, y de la zona oriental de Carabobo y norte de Guárico (Venezuela). Mientras que el joropo llanero se entona con arpa o bandola llanera, cuatro y maracas, el Joropo Tuyero se entona con arpa, maracas y buche. Al mismo tiempo, mientras el arpa tuyera usa cuerdas métalicas y de nailon, en el arpa del joropo llanero todas las cuerdas son de nailon. Otro punto distintivo entre el Joropo tuyero y el llanero es el hecho que en el primero, el que canta es el mismo que ejecuta las maracas. La pieza más característica del folklore tuyero: «La revuelta tuyera», consta de cuatro secciones: La exposición (Pasaje), el desarrollo (Yaguaso y Guabina), la coda instrumental (llamada «Marisela») y un final conocido como «La llamada del mono». Los pasajes tuyeros más famosos son «El ermitaño» de Mario Díaz, «Amanecer tuyero» de Cipriano Moreno y Pablo Hidalgo y «El gato enmochilado» de Fulgencio Aquino.
- Joropo característico de la región nor-oriental de Venezuela, específicamente de los estados Sucre, Nueva Esparta y Norte de Anzoategui y Monagas. En este particular tipo de joropo el instrumento melódico por excelencia es la mandolina o bandolín. No obstante, la bandola oriental (ocho cuerdas de Nylon), el violín, la armónica y un pequeño acordeón llamado «cuereta» también tienen un papel primordial en la tradición musical oriental. El llamado Joropo con estribillo se compone de dos secciones: la primera sección o «golpe» es tradicionalmente una melodía fija en ritmo 3/4 que es repetida dos o más veces; la segunda sección o «estribillo» es una melodía improvisada sobre un ciclo armónico fijo que está a ritmo 6/8. Cabe destacar que en el Joropo oriental, el cuatro y las maracas son ejecutados de una manera mucho más libre y compleja que en el resto de los joropos venezolanos. De la misma manera, es importante mencionar que la tradición musical de la región oriental de Venezuela posee muchas otras formas aparte del joropo oriental.
- Joropo resultado de la interacción de llaneros y orientales en el estado Bolívar, específicamente en Ciudad Bolivar, la antigua Angostura. Es ejecutado con bandola guayanesa (ocho cuerdas metálicas), cuatro y maracas. «El seis guayanés», «la Josa» y «el rompe luto» resaltan entre los joropos guayaneses más famosos.
Golpe Tocuyano o Joropo larense
Merengue Venezolano
En Venezuela existe una variada gama de merengues
Siendo un género bailable, el merengue venezolano -y sobre todo el caraqueño- tiene letras de corte costumbrista y picaresco, algunas de ellas muy subidas de tono, que son el reflejo de las tradiciones, los personajes y las historias de la época. Cuatro instrumentos solistas conforman la orquesta que ejecuta el merengue rucaneao: trompeta, trombón, saxo y clarinete; los cuales son acompañados por el cuatro, el contrabajo, el redoblante y la charrasca de tapara. La rítmica fue variando y del reglamentario compás de 2/4, organizado en dos corcheas y un tresillo de negra, a fuerza de baile y sobre todo de rucaneo, se llegó al singular compás de 5/8 (5 corcheas), extraña medida que le da esa cadencia característica que lo diferencia de sus primos caribeños.
Este merengue rucaneao -cuyo nombre compuesto remite a la dulcería criolla venezolana: el primero realizado con claras de huevo y azúcar; el segundo, conocido como rúcano, una golosina gelatinosa hecha con tuétano de vaca y meladura de azúcar cuajada en forma cónica (papelón)- era considerado por los conservadores de entonces, una manifestación vulgar. Tal vez por lo acaramelado de su nombre, por la impudicia de sus letras o por la forma de bailarlo, que requería ciertos movimientos acentuados de las caderas y un acercamiento muy estrecho de la pareja. Por la razón que fuere se prohibió tocarlo, cantarlo o bailarlo en las casas de familia y salones de baile de aquella gente respetable. Pero este ritmo de compás mocho, penetró el gusto de los caraqueños que habitaban en parroquias como San Juan, La Pastora o San José y fue ganando espacios más allá de los mabiles (prostíbulos donde se bailaba y se tomaba). Esta forma musical tuvo su mayor auge entre 1920 y 1940, gracias a los «cañoneros» como eran conocidos aquellos músicos que sacaron el merengue de esos locales nocturnos y lo llevaron a las plazas y los templetes en épocas de carnaval y otras celebraciones populares, recorriendo las calles acompañados de un artefacto llamado trabuco o cañón, que no era más que un pequeño tubo de bambú relleno de carburo de Calcio y agua, al que hacían detonar (de ahí el nombre) para anunciar los temas que iban a interpretar a continuación. Finalmente, ya entrada la década de los cincuenta, los grandes salones sucumben y abren sus puertas al este baile caraqueño, que llegó de la mano de la orquesta de Luis Alfonzo Larrain. El Norte es una quimera de Luis Fragachán, La pelota del Carey de Lorenzo Herrera, Carmen la que contaba dieciséis años y Préstame tu máquina de Balbino García animaron fiestas de matrimonios, quinceañeras, graduaciones y demás jolgorios capitalinos de la época, luego este estilo musical cayó en desuso. No obstante, gracias a la contribución de compositores y músicos como Carlos Bonnet, Luis Laguna, Pablo Camacaro, Cruz Felipe Iriarte, Otilio Galíndez, Cristobal Soto, , Adelys Freites, Cecilia Todd, Lilia Vera, Simón Díaz, El Quinteto Constrapunto, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto, Gualberto Ibarreto, Los cañoneros y los Antaños del Stadium, el merengue venezolano ha recobrado su merecido espacio en la escena musical venezolana bajo la métrica de 5/8 la favorita de los músicos y compositores de las últimas décadas.
- Siendo típicamente andino (Estados Táchira, Mérida y Trujillo), este género musical se localiza también en los estados Zulia, Lara y Distrito Capital, encontrándose en éstos últimos bajo formas de melodías románticas.
La sonoridad de la palabra «bambuco» evoca en la mente del oyente cierta cercanía con las melodías africanas. Sin embargo, la realidad es otra: El Bambuco es un ritmo acompasado y cadencioso que tiene su origen en España y América, específicamente en Colombia. Su profunda raigambre en el territorio neogranadino hace que el Bambuco trascienda las fronteras y se arraigue en el occidente venezolano, específicamente en los Andes y Zulia, donde sufre algunas modificaciones en los compases y estructura. Cabe destacar que en cada región adquiere un acento propio de la geografía y las tradiciones.
A decir de algunos musicólogos, el Bambuco presenta ciertas analogías con las llamadas «habaneras», especialmente en los lánguidos matices del fraseo de sus versos. Sin embargo, mientras la versión cubana tiene un compas 3/4, el ritmo venezolano es 6/8 (semicorchea-corchea-semicorchea). Los especialistas recuerdan que las introducciones e interludios del Bambuco emulaban instrumentalmente los tríos de boleros que colmaron la escena en el siglo XX. Su estructura musical rompe con todos los cánones, al no estar limitada a cuatro tonos cíclicos.
En cuanto al acompañamiento, en el Bambuco venezolano están presentes el piano, el bajo y la guitarra, teniendo una característica especial en la región andina donde se incorporan la mandolina, el violín, el tiple, el cuatro y la flauta. Los temas de inspiración son idílicos, nostálgicos y evocadores, con ciertos matices señoriales y sublimes.
Calypso Venezolano o calypso de El Callao
El Calipso venezolano o Calipso guayanés de El Calalo , cantado tradicionalmente en inglés, se hace a partir de una batería rítmica de percusión basada en el bumbac, acompañada de charrasca, campana o cencerro y cuatro venezolano. Comúnmente se adiciona teclado, bajo eléctrico, instrumentos de viento, voces masculinas y femeninas.Woman del Callao es indiscutiblemente el calipso del Callao más reconocido dentro y fuera de Venezuela. Serenata Guayanesa, The same People, son algunas de las agrupaciones más conocida en la interpretación del Calipso venezolano.